jueves, 1 de agosto de 2019

EL RETO EDUCATIVO DE LA INCORPORACIÓN TARDÍA

El objetivo de un buen docente debe ser que TODO el alumnado adquiera o amplíe sus capacidades, conocimientos, aptitudes y competencias, favoreciendo así su pleno desarrollo personal y profesional. Para conseguirlo, es imprescindible dar una respuesta educativa adaptada a las características, posibilidades y necesidades específicas de cada uno de nuestros alumnos y alumnas. Como dice la LOMCE en su preámbulo, “todos los estudiantes poseen talento, pero la naturaleza de este talento difiere entre ellos. En consecuencia, el sistema educativo debe contar con los mecanismos necesarios para reconocerlo y potenciarlo”. Sin embargo, no es una tarea sencilla, pues la diversidad inherente a la condición humana se manifiesta especialmente en el ámbito educativo, donde los comportamientos, los recursos o los intereses de los estudiantes se ven afectados por una infinidad de factores, ya sean de origen económico, social, religioso, familiar, cultural, etc. A todo ello debemos sumar el amplio abanico multicultural que caracteriza las aulas de hoy, causado por el fenómeno migratorio que se ha producido en los últimos años como consecuencia, principalmente, de la pobreza, la guerra y la globalización del mercado laboral.
Actualmente, desde la administración pública se están promoviendo algunas políticas que tratan de individualizar la enseñanza y personalizarla para compensar las desigualdades. De hecho, el artículo 9 del Real Decreto 1105/2014, de 26 de diciembre, por el que se establece el currículo básico de la Educación Secundaria Obligatoria y del Bachillerato, se centra en establecer las líneas generales de actuación ante la diversidad en estas etapas educativas:
                    Las adaptaciones del currículo.
                    La integración de materias en ámbitos.
                    Los agrupamientos flexibles.
                    El apoyo en grupos ordinarios.
                    Los desdoblamientos de grupos.
                    La oferta de materias específicas.
                    Los programas de tratamiento personalizado.
                    Los programas de mejora del aprendizaje y el rendimiento (PMAR).
A partir de ellas, las comunidades autónomas publican sus propias circulares con medidas más concretas dependiendo de la necesidad específica de apoyo educativo en la que se centren. No obstante, para asumir el reto de la atención a la diversidad no basta con políticas. Es necesario dotar a los centros escolares de los recursos necesarios para ello. También es indispensable una mayor formación del profesorado. En este sentido, es muy llamativo que en el Máster en formación del profesorado de Educación Secundaria que cursé hace 3 años tan solo se trabaje la inclusión y las medidas de atención a la diversidad en uno de los cuatro bloques de la asignatura denominada “Procesos y contextos educativos”. Parece evidente que el plan de estudios del máster cojea en diversidad y que, por tanto, debemos completar nuestra formación inicial con cursos específicos de formación permanente.  

Teniendo en cuenta el aumento creciente de la población inmigrante y que el tema de la inmigración ocupa números debates e informaciones en los medios de comunicación, decidí matricularme en un curso online denominado “Estrategias didácticas para la integración del alumnado inmigrante” ofrecido por la Facultad Padre Ossó. Dentro del colectivo del alumnado inmigrante existe la misma diversidad que podemos encontrar en el alumnado autóctono, pero en ocasiones es necesario desarrollar para ellos un programa específico de incorporación tardía, ya sea por desconocimiento de la lengua española o por desfases curriculares de importancia con respecto a sus coetáneos debido a escolarizaciones anteriores irregulares o nulas. Gracias a este curso he podido conocer en detalle tanto los procedimientos más habituales seguidos por los Centros escolares para que la incorporación de este alumnado a nuestro sistema educativo sea lo más natural y humano posible:
            La Tutoría de Acogida tiene como misión atender a las necesidades comunicativas que faciliten la integración de las familias y del alumnado en el sistema educativo y fomentar en el alumnado el respeto hacia otras culturas, creencias y sexo desde una metodología integradora por parte del profesorado. El tutor de acogida es el encargado de reunirse con las familias para informar sobre el Centro y su funcionamiento, así como para recopilar información sobre cada estudiante para elaborar, junto con Departamento de Orientación, un plan de trabajo individual que responda a sus necesidades concretas. Además, será un dinamizador de actividades interculturales para todo el alumnado.
              Las Aulas de Acogida y de Acceso al Currículo proporcionan un entorno de trabajo abierto y flexible que tiene dos objetivos primordiales: dotar al alumnado de incorporación tardía de las competencias lingüísticas en castellano necesarias para su una escolarización exitosa y reforzar las destrezas básicas de lectoescritura y razonamiento lógico-matemático en aquellos estudiantes que presentes carencias que les dificultan el acceso al currículo. Se organiza en tres niveles, propiciando que el alumnado perfeccione paulatinamente su castellano como lengua vehicular de aprendizaje de las materias curriculares y consolide técnicas de estudio, de trabajo individual y grupal, de comprensión y expresión oral y escrita, etc.
        El Aula de Inmersión Lingüística es una medida dirigida al alumnado de Educación Secundaria Obligatoria que presenta un desconocimiento pleno de la Lengua Castellana (nivel 0 de competencia en español) y plantea un procedimiento de admisión de “urgencia”. En ella, el alumnado realiza actividades de alfabetización en castellano que le permitan, en principio, un mínimo de interacción social con la comunidad educativa, es decir, que los contenidos están subordinados al objetivo de alcanzar, en el menor tiempo posible, una comprensión básica de los mensajes orales usuales de la vida cotidiana y escolar. La asistencia a estas aulas se concibe como una medida de carácter transitorio (no debería prorrogarse más de tres meses) y compartido (la estancia en el aula de adaptación se organizará de forma que suponga semanalmente en torno al 50% del horario escolar, mientras que el resto del tiempo el estudiante deberá permanecer integrado con los alumnos del centro de referencia en las distintas áreas y actividades).
         Flexibilización  del  periodo  de  escolarización  para  alumnado  con  incorporación tardía al sistema educativo consiste en su escolarización en uno o dos cursos inferiores al que le correspondería por edad, siempre y cuando dicha escolarización permita al alumno o alumna completar la etapa en los límites de edad establecidos con carácter general. Tiene como finalidad facilitar la integración escolar y la recuperación de su desfase curricular.
Además, este curso me ha dado estrategias para implementar directamente en mis clases de Física y Química, y que el esfuerzo dedicado por el Centro se vea también reafirmado en el día a día en el aula. Aquí van algunos ejemplos de medidas sencillas de adoptar:
                Dar la oportunidad de contar algunas historias sobre su país.
                Incorporar una contextualización cultural en las actividades a realizar.
                Colocar algún cartel con vocabulario de utilidad en su lengua materna.
                Utilizar biografías para comprender que la ciencia es universal y que los grandes científicos y científicas de la historia tienen procedencias muy diversas.
             Aprovechar contenidos del currículo para estudiarlos desde una perspectiva geográfica, como por ejemplo dando a conocer diferentes formas de extracción dependiendo de su localización o apreciando diferencias y similitudes entre las medidas de seguridad utilizas en los distintos países.
                Utilizar organizadores gráficos de la información con palabras clave y empleando imágenes con las que asociar conceptos fundamentales.
                Recurrir a las TIC para realizar actividades con distintos niveles de dificultad y que resulten atractivas para todo el alumnado.
               Favorecer un clima de integración en el aula fomentando los buenos valores que rigen la vida en sociedad: paz, igualdad, tolerancia, justicia, respeto, etc.
                  Realizar actividades en grupos heterogéneos.
                Utilizar estrategias de aprendizaje cooperativo.